La cirugía fetal o terapia fetal son intervenciones que se realizan en el feto (dentro del útero materno). Se lleva a cabo para corregir problemas  detectadas durante el control prenatal.

Este tipo de cirugía se realiza mediante técnicas especializadas que permiten acceder al feto a través del abdomen de la madre, sin dañarla. Algunos ejemplos de cirugía fetal incluyen la separación de la circulación de la placenta de gemelos monocoriales, colocación de balon traqueal e intubación fetal, fotocoagulación de tumores, colocación de catéteres para liberar presión de cavidades, reparación de espina bífida entre otras.

La cirugía fetal busca mejorar el estado del feto y reducir las secuelas y complicaciones que pueden surgir después del nacimiento. Al realizar la intervención antes del parto, se pueden evitar daños adicionales o agravamiento de las condiciones médicas del feto.

Sin embargo, es importante destacar que la cirugía fetal es un procedimiento complejo y se reserva para casos específicos en los que los beneficios superan los riesgos tanto para la madre como para el feto. Es realizado por equipos médicos altamente especializados que trabajan en estrecha colaboración para procurar la mayor seguridad de la intervención.